Así puedes restablecer Windows 10 a un estado inicial sin perder tus datos personales.
Hay ocasiones en las que volver a un punto de inicio "cero" es la única solución posible cuando tratamos con equipos informáticos. Puede ser una opción para solventar un problema, si por ejemplo queremos vender un dispositivo o si simplemente queremos recuperar la agilidad de movimientos con la que contábamos el primer día.
En un ordenador con Windows 10 es posible gracias a la opción que permite restablecerlo y dejarlo cómo nuevo, casi cómo si lo hubiésemos comprado y lo acabásemos de estrenar en casa. Un proceso que el sistema realiza casi de forma automática pero que nosotros hemos de impulsar y aquí vamos a ver cómo hacerlo.
La ventaja de restablecer Windows 10 es que aunque se se borrarán todas las aplicaciones que hemos instalado, podemos determinar el que se mantengan todos nuestros archivos y configuraciones de Windows. Por lo tanto, conviene antes revisar las aplicaciones que tenemos instaladas por si acaso hay alguna que tengamos que vigilar o de la que recopilar algún dato.
Iniciando el proceso
El primer paso nos lleva a la "Configuración de Windows" dentro del "Menú Inicio" para lo que acudimos a la zona inferior izquierda de la pantalla buscando la rueda dentada.
Dentro de la nueva ventana ubicamos un cuadro con el nombre "Actualización y seguridad", en el cual debemos hacer click para acceder a las funciones que nos interesan.
Una vez dentro veremos un listado en la zona de la izquierda y en el mismo elegimos la opción "Recuperación". Es el apartado que nos da acceso a las opciones que inician el proceso.
En la parte izquierda de la ventana veremos un botón con el título "Comenzar" que debemos y aquí se presenta una pregunta importante, pues el sistema nos plantea si queremos mantener los archivos personales. Si vamos a vender o regalar el equipo, lo suyo es borrarlos, pero para los demás casos, mantener esos archivos suele ser lo más adecuado.
Para que no tengamos dudas y por si nos hemos despistado, el asistente ahora nos indica todas las aplicaciones que se van a eliminar, tanto las que hemos instalado desde la Tienda de Microsoft cómo las provenientes de fuentes externas. En este punto tener un listado previo de todas las aplicaciones instaladas puede ser de ayuda a la hora de volver a tenerlas disponibles.
Llegados a este punto sólo queda pulsar en el botón "Restablecer" y el sistema nos avisa que el proceso va a comenzar y una vez terminado el equipo pasará a contar con una versión restaurada de Windows limpia de aplicaciones (y en su caso de datos) que puedan causar algún problema.
El proceso durará más o menos en función de nuestro equipo y mientras se lleva a cabo hará que no se pueda usar para nada. Tendremos que esperar a que tras una serie de pasos vuelva a aparecer, ahora virgen, la pantalla de inicio de Windows.
En un ordenador con Windows 10 es posible gracias a la opción que permite restablecerlo y dejarlo cómo nuevo, casi cómo si lo hubiésemos comprado y lo acabásemos de estrenar en casa. Un proceso que el sistema realiza casi de forma automática pero que nosotros hemos de impulsar y aquí vamos a ver cómo hacerlo.
La ventaja de restablecer Windows 10 es que aunque se se borrarán todas las aplicaciones que hemos instalado, podemos determinar el que se mantengan todos nuestros archivos y configuraciones de Windows. Por lo tanto, conviene antes revisar las aplicaciones que tenemos instaladas por si acaso hay alguna que tengamos que vigilar o de la que recopilar algún dato.
Iniciando el proceso
El primer paso nos lleva a la "Configuración de Windows" dentro del "Menú Inicio" para lo que acudimos a la zona inferior izquierda de la pantalla buscando la rueda dentada.
Dentro de la nueva ventana ubicamos un cuadro con el nombre "Actualización y seguridad", en el cual debemos hacer click para acceder a las funciones que nos interesan.
Una vez dentro veremos un listado en la zona de la izquierda y en el mismo elegimos la opción "Recuperación". Es el apartado que nos da acceso a las opciones que inician el proceso.
En la parte izquierda de la ventana veremos un botón con el título "Comenzar" que debemos y aquí se presenta una pregunta importante, pues el sistema nos plantea si queremos mantener los archivos personales. Si vamos a vender o regalar el equipo, lo suyo es borrarlos, pero para los demás casos, mantener esos archivos suele ser lo más adecuado.
Para que no tengamos dudas y por si nos hemos despistado, el asistente ahora nos indica todas las aplicaciones que se van a eliminar, tanto las que hemos instalado desde la Tienda de Microsoft cómo las provenientes de fuentes externas. En este punto tener un listado previo de todas las aplicaciones instaladas puede ser de ayuda a la hora de volver a tenerlas disponibles.
Llegados a este punto sólo queda pulsar en el botón "Restablecer" y el sistema nos avisa que el proceso va a comenzar y una vez terminado el equipo pasará a contar con una versión restaurada de Windows limpia de aplicaciones (y en su caso de datos) que puedan causar algún problema.
El proceso durará más o menos en función de nuestro equipo y mientras se lleva a cabo hará que no se pueda usar para nada. Tendremos que esperar a que tras una serie de pasos vuelva a aparecer, ahora virgen, la pantalla de inicio de Windows.
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