sábado, 3 de noviembre de 2018

Cuando hagas grandes cambios en Windows.

 
Debes reiniciar el ordenador, 
no vale con apagarlo y encenderlo.

Son muchas las nuevas funcionalidades que constantemente van llegando a Windows 10 y al resto de aplicaciones que tenemos instaladas o que utilizamos en el propio sistema operativo, nuevas características que por regla general llegan en forma de actualizaciones más o menos periódicas.

Esto lo podemos observar tanto en las herramientas Win32 que vamos agregando a nuestro sistema Windows, como las aplicaciones UWP que se integran en el sistema operativo, ya sean implementadas por defecto, o por decisión propia. Estas novedades que van llegando a nuestro equipo son muy importantes la mayoría de las veces, ya que no solo añaden nuevas funciones, sino que además suelen cubrir diversos aparatados relacionados con la seguridad.


Por tanto, estas se hacen especialmente importantes si hacen referencia al sistema operativo, software del que dependen todas las demás. Pues bien, decimos todo esto porque desde hace mucho tiempo tenemos la costumbre de, una vez aplicada una determinada nueva actualización que agrega características que no existían hasta la fecha, no terminar el proceso por completo. Nos referimos a que, en muchas ocasiones, cuando la actualización de un software o del sistema operativo incluso, no pide reiniciar el equipoahora, o luego, preferimos esperar con lo que estamos haciendo, para reiniciar más adelante.
Esto puede ser un error en ocasiones importante, y a continuación vamos a ver la razón de ello. Por regla general, una vez hemos acabado con el trabajo que estábamos realizando, o el día de trabajo, en lugar de reiniciar el equipo como la actualización nos «pidió», lo apagamos y listo; pues eso puede ser un error.
actualizar windows

En ocasiones es mejor reiniciar el equipo que apagar y volver a encender

Al día siguiente, o un rato después, volvemos a encenderlo pensando que los cambios relativos a la actualización que realizamos antes, ya se han hecho efectivos, cuando de repente nos damos cuenta de que eso no es así.
Os decimos todo esto porque no es lo mismo apagar un PC y volver a encenderlo, que reiniciarlo, ya que Windows no lleva a cabo los mismos procesos internamente en ambos movimientos. Cuando apagamos el PC, Windows deja el núcleo del propio sistema como lo haría en un estado de hibernación, por lo que algunos cambios que han llegado con una actualización, no se van a hacer efectivos al encenderlo de nuevo.
Por tanto, lo más seguro llegado el caso es llevar a cabo un reinicio, porque en ese procesosí que se apagan y vuelven a poner en funcionamiento la totalidad de los componentes del sistema operativo y sus aplicaciones instaladas, con lo que nos aseguramos que los cambios se realicen. Esto es algo que algunos usuarios hace poco han podido comprobar con la nueva función de “sandbox” agregada a la solución de seguridad de Windows 10, Windows Defender.
Hace unos días os mostramos la manera de activar este nuevo modo integrado, pero por lo visto, algunos usuarios han reportado que para realizar esta activación por completo, como os hemos comentado, no basta con apagar el equipo y volver a encenderlo, sino que hay que reiniciarlo para así poder hacer uso de la nueva funcionalidad, lo que se hace extensible a otros muchos casos.
Compártelo. ¡Gracias!


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