El nuevo Google Chromecast (en la parte inferior) y Chromecast Audio. (Foto: Dani Muñoz)
Google ya ha vendido 20 millones de unidades de su antiguo Chromecast. Probamos la nueva versión, más rápida y potente. Y también el Chromecast Audio para conectar a tus altavoces.
¿Por qué disfrutar de vídeos y fotos en la pequeña pantalla del móvil, ordenador o tableta cuando lo puedes hacer a lo grande en el televisor? Eso es justo lo que permite desde 2013 el Chromecast de Google, un lápiz HDMI que, conectado al televisor, le envía con un solo clic todo ese contenido desde cualquier aparato. Google presentó la semana pasada una nueva versión y otra sorpresa más, el Chromecast Audio. El mismo concepto, solo que para enviar música a tus viejos altavoces. Los hemos probado a fondo y son un pequeño gran invento.
Del lápiz al disco 'colgante'
Google ha decidido jubilar el diseño de lápiz de memoria del anterior Chromecast por uno que a primera vista sorprende: un diso de poco más de tres centímetros de diámetro y 1,2 de grosor con un cable plano HDMI integrado. Parece un cambio caprichoso, pero tiene sentido.
En muchos televisores, los puertos HDMI están justo al borde, por lo que el Chromecast anterior acababa sobresaliendo por un lateral. Con este nuevo diseño puedes ocultarlo doblando el cable y acoplándolo magnéticamente a la parte posterior del disco, o dejarlo colgado si tienes problemas de espacio (por ejemplo, si tu televisor está muy pegado a la pared o colgado de la misma). Si optas por esto último, quedará algo parecido a la foto de debajo. Tal vez no muy estético, pero 100% práctico.
¿Cómo utilizarlo? Muy sencillo y más rápido que antes, y esa es una de sus principales ventajas. Solo tienes que descargarte la app oficial de Chromecast en tu iPhone, Android o añadir la extensión Google Cast en el navegador Chrome para enviar contenido desde el ordenador (PC o Mac). Conectas el Chromecast a un puerto HDMI del televisor, lo enchufas a la corriente (no tiene batería) y sigues las instrucciones. El Chromecast se conecta a la wifi de tu casa y en menos de un minuto puedes empezar a enviar al televisor vídeos de YouTube (con una resolución máxima de 1080p), canciones de Spotify o juegos. Básicamente tu 'smartphone', tableta u ordenador actuarán como un mando a distancia desde el que controlarás qué aparece en la tele.
Según Google, el nuevo Chromecast es mucho más rápido que antes gracias a sus tres antenas wifi (frente a una sola en el modelo anterior). Soporta además el estándar 802.11ac más rápido. Y sí, la diferencia es notable.
Lo hemos probado desde un iPhone 6 y un LG G3 con diversas aplicaciones (YouTube, Spotify, AllCast, Plex, Google Play Películas...) y va como un tiro. Entre el momento que seleccionas un vídeo en YouTube, das al botón de 'cast' para enviar al televisor y aparece el contenido, transcurre apenas un segundo. Si detienes el vídeo o cambias por otro, es igual de rápido.
La cosa ya cambia si quieres avanzar o retroceder dentro del vídeo, el retardo es mayor. La experiencia tampoco es muy satisfactoria si lo intentas con alguno de los juegos compatibles con Chromecast. FitFlap es uno de los escasos que puedes probar. La idea: jugar a ser un cerdo volador que va comiendo monedas por el aire. Venga.
En el modo táctil, en el que tu 'smartphone' hace de mando y juegas mirando el televisor, el retardo es casi inapreciable. Pero FitFlap te permite también utilizar la cámara del móvil para identificar tus movimientos, algo así como una Kinect improvisada. Para volar agitas tus brazos en mitad del salón de tu casa como si fueras un pájaro y el cerdo (es decir, tú) echa a volar. Suena divertido, pero no lo es. El retardo entre tu aleteo, lo que procesa el móvil y lo que ves en el televisor es tan alto que resulta impracticable.
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